Inicio Campoalegre digital La calma en la tormenta: 6 consejos para ayudar a tu hija a manejar el estrés

La calma en la tormenta: 6 consejos para ayudar a tu hija a manejar el estrés

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil. Si tomamos en cuenta lo anterior, podríamos pensar que todos, en cierta medida, manejamos un grado de estrés; incluso podría verse como una respuesta “natural” hacia ciertas amenazas o estímulos.

Bajo ciertas circunstancias el estrés puede ser positivo, ya que nos mantiene alertas o puede hacer que la persona se active para resolver un problema.

En la niñez, el estrés puede presentarse en cualquier situación que requiera un cambio; en la adolescencia, cuando los cambios y las responsabilidades aumentan, también pueden presentarse ciertos signos de estrés, sin embargo, lo que hace la diferencia es la manera en cómo cada persona reacciona frente a dichas circunstancias.

¿Qué impacto puede tener el estrés en el desarrollo?

Cuando no se logra dominar, o los factores que provocan estrés son intensos, las niñas pueden presentar dificultades para manejar la ira, la seguridad en sí mismas y ello repercutir en sus relaciones sociales.

¿Qué signos debo observar?

Problemas de sueño, cambios en los hábitos alimenticios, irritabilidad, dificultad para concentrarse, síntomas físicos, perdida de interés en actividades cotidianas, necesidad excesiva de estar protegida por los adultos. Estas pueden ser algunas señales que nos indican que el estrés está siendo un problema al que debemos ponerle atención.

Muchos de los síntomas que se pueden presentar suelen ser temporales, sin embargo, si persisten será el momento de pensar en prestarle otro tipo de atención.

¿Padres estresados, hijas estresadas?

En nuestro afán de hacer las cosas bien y que nuestras hijas no la pasen mal, podríamos mencionar ciertas actitudes inconscientes que como padres de familia adoptamos, y que pueden generar estrés en las niñas:

Defenderlas o protegerlas excesivamente y no dejar que desarrollen autonomía para resolver los diferentes problemas que deben afrontar.

Compensar sus debilidades.

Sobreestimar sus fortalezas.

Cambios significativos en la vida o en la rutina.

¿Cómo ayudar a mi hija a manejar el estrés?

Como padres, el apoyo y la comprensión son fundamentales para que las niñas aprendan la gestión de emociones de manera saludable. Recordemos que, en momentos de crisis, ellas observan las reacciones de los adultos para aprender a gestionar sus propias emociones.

Algunos tips que pueden ayudar:

Establecer horarios: los horarios son útiles y pueden favorecer el cumplimiento de rutinas.

Hacer un balance de emociones: hablar con tu hija periódicamente sobre sus emociones, preguntarle cómo se siente frente a tal o cual situación sin abrumarla. Un ejemplo puede ser: en lugar de preguntarle todos los días, ¿Cómo te fue en el colegio? Preguntar, ¿Qué hiciste hoy?

Escuchar con atención y sin juzgar: es importante que tu hija se sienta cómoda compartiendo sus sentimientos. Para ello dedicarle tiempo demostrándole interés y empatía es necesario, deja a un lado las prisas.

Ayúdala a organizarse: en ocasiones, el estrés proviene de un sentimiento abrumador por tener varias tareas pendientes. Debes enseñarle a planificar estableciendo prioridades y desglosando el qué hacer en pasos manejables.

Fomentar actividades que le gusten: dedicar tiempo a hobbies o actividades que le gusten puede ser una excelente manera de desconectar y relajarse

Dormir suficiente

Evitar pantallas antes de dormir

Modelar una actitud positiva: muéstrale como afrontas las dificultades con calma y optimismo, de esta manera, le enseñarás a hacer lo mismo. Pasar tiempo con ella y tener buena comunicación ayuda de sobremanera.