Actualmente muchos padres consideran inofensivo el ver a sus hijas con los dispositivos móviles y sumergidas en el mundo digital, ya que lo consideran como un medio de entretención, sin realmente estar conscientes del entorno digital en que se desenvuelven, que implica riesgos para la salud física y mental de las niñas.
No podemos determinar que sea malo estar rodeado de tecnología y navegar en el mundo digital, ya que es parte de la sociedad actual, lo importante como padres de familia es conocer el medio digital en que interactúan y acompañarlas durante este proceso.
Como lo menciona la secretaria de la niñez de Argentina, “Las últimas décadas pueden caracterizarse como un momento de expansión y profundización del mundo digital. Formas de sociabilidad intra e intergeneracionales, modos de trabajo y producción, experiencias educativas y procesos identitarios y de subjetivación están signados por las dinámicas digitales y las tecnologías de la información y la comunicación. Esto se da tanto en el crecimiento de las plataformas digitales en diversos ámbitos, como en la expansión del uso y apropiación de las redes sociales; además de en el consumo y la producción de bienes, servicios, lenguajes, valores y modos de ser y estar en el mundo.”
Recomendaciones para el manejo del mundo digital
Una recomendación de la Academia de Pediatría es que los menores de dos años nunca deben estar expuestos a pantallas y posteriormente dependiendo de la edad el tiempo debe ir aumentando para ir creando en ellos un control en el uso de estos y evitar la sobreestimulación temprana.
La mejor forma de enseñar el uso de la tecnología para las hijas es el ejemplo que los padres dan diariamente, guiando el momento y lugar de su uso, así como el tiempo en que debe estar frente a la pantalla, sin olvidar enseñar el aprovechamiento de las herramientas para labores cotidianas y correcto entretenimiento.
Otra recomendación en el uso de la tecnología es que los padres conozcan los programas actuales, para orientar y guiar a sus hijas en su uso y riesgos. Mantenerse actualizados les capacita para compartir información e ir creando un diálogo para establecer reglas consensuadas y acompañarlas para establecer las configuraciones de seguridad pertinentes.
La tecnología sigue avanzando aceleradamente y no tiene por qué ser una amenaza a la autoridad, al contrario, si es bien guiada y manejada puede ser una herramienta de aprendizaje y crecimiento familiar.
